Seminario

Diócesis de Huajuapan de León

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El Seminario Diocesano de San Rafael Arcángel tuvo sus inicios como toda empresa y obra de Dios, con la guía y sostenimiento del Espíritu Santo y los esfuerzos de personas que lucharon tesoneramente en cada momento y época poniendo así, los cimientos de esta Institución. 
La historia constata la fundación del Seminario en sus inicios como dependiente del seminario tridentino de Puebla; sin embargo, antes de estos hechos Don Ignacio Carreón, sacerdote huajuapeño, reunió a 25 jóvenes para formar el primer seminario; esta obra no prosperó, no obstante, se conoce el dato de un sacerdote ordenado debido a esta inquietud; el padre José Florencio Toscano. 
Será hasta 1872, cuando el señor Cura Don Juan de Dios Flores y Rosendo, por indicación del Obispo de Puebla: Carlos María Colina y Rubio, abrió el Seminario Sucursal, con 50 alumnos de donde salieron sacerdotes y hombres de provecho en la vida religiosa, política y social en nuestro estado, esta obra decayó. 
Posteriormente el 10 de febrero de 1889, el señor Cura Don José Esteban Sánchez Rebolledo, pidió en forma de decreto de erección del Seminario Sucursal al Obispo de Puebla Francisco Melitón Vargas Gutiérrez, que estaba de Visita Pastoral en Tezoatlán; para que se enseñara gramática latina, castellano y, de ser posible , filosofía; el 12 de febrero recibió la aprobación. Al final del documento se lee lo siguiente: “…recomienda, en gran manera, que se atienda la educación religiosa con preferencia a cualquier otra: que se imparta a los alumnos buena instrucción sobre sus deberes para con Dios, para consigo mismo y para con sus semejantes; formando en el dicho seminario, buenos, amantes hijos, adictos de corazón a la Santa Fe católica, y amantes también a su Patria”9 
El padre Rebolledo abrió entonces nuevamente las puertas del Seminario, quedando él mismo como Rector; se usaron los textos del Seminario de Puebla; no obstante, al marcharse poco a poco empezó a decaer. 
Con la llegada del Sr. Dn. Rafael Amador como párroco en 1892, hizo suyas las inquietudes de los párrocos anteriores y así, ayudado de su vicario, se reinició la obra con mucho ánimo. En 1898 se tiene ya, formalmente, el primero de latín, el segundo consecutivamente y el tercero; así para 1901 se inicia el estudio de la filosofía; en este tiempo, el Sr. Rafael Amador se ausenta a la ciudad de Puebla quedando al frente Fray Antonio de Jesús Castillo y posteriormente el Sr. Cura Don Victoriano de Jesús Vázquez. El 2 de diciembre de 1901 vuelve el Sr. Amador y reanuda sus esfuerzos para animar más el Seminario. Dos años más tarde concluiría los estudios de filosofía para iniciar en 1904 la cátedra de Teología.

NUESTROS OBISPOS: 
Monseñor Rafael Amador y Hernández. En toda esta gigantesca obra, se ha plasmado la mano cariñosa de nuestros obispos. 
La preocupación inicial de Monseñor Amador, por la construcción permanente del Seminario fue grande y aguda, ya que precisamente las tensiones surgidas debido a la naciente Diócesis influyó en la necesidad de tener sacerdotes para el servicio pastoral y así enfrentar las necesidades de la evangelización. Esta preocupación se reflejo en el Primer Sínodo diocesano realizado en 1906, donde se dieron grandes pautas para la dirección de la Institución: sobre el gobierno, el rector, superiores, profesores, alumnos, cursos, vacaciones, candidatos, sostenimiento, entre otros; esto sirvió de base para los estatutos posteriores. 
Otro dato singular también fue, que el mismo obispo, al realizar sus visitas pastorales, hacia el llamado directamente a los adolescentes y jóvenes que asistían a las catequesis parroquiales; el Sr. Obispo veía a los que tenían más interés vocacional y llamaba a sus padres y les decía que sus hijos tenían que asistir al Seminario; y fue así como empezó a llenarlo de vocaciones.
Con la Erección de la Diócesis el 12 de mayo de 1903 y al ser electo como su Obispo el Dr. Dn. Rafael Amador y Hernández, lo primero que realiza es la fundación del Seminario Diocesano de San Juan Bautista el 05 de enero de 1904; “con el mismo fin de la Iglesia Universal de Jesucristo de procurar y promover los medios adecuados a la conveniente formación de los que han de ser luz del mundo y sal de la tierra”; (Dr. Guillermo López García, Rector del Seminario en un discurso de inauguración del curso académico del 8 de enero de 1905) siguiendo así los preceptos recibidos por el Romano Pontífice León XIII en la Bula “Apostólica Sedes”, por la que erigía la Diócesis y que expresaba la urgencia de la Institución del Seminario Diocesano, “lo que más urgimos, en sumo grado, es que el nuevo Obispo instituya la nueva obra del Seminario Diocesano, según las prescripciones del ya mencionado Concilio Tridentino; y que, con la mayor preocupación vigile en él, por la piedad de los mismos alumnos y santidad de costumbres para la acertada recepción de la sagrada ordenación; que se fomente y cultive con la sana doctrina, principalmente tomada de la fuente del Angélico doctor Tomás de Aquino”.13 Posteriormente, al Seminario en 1910 se le bautizará como “Seminario Conciliar de San Rafael Arcángel” al recibir sus Constituciones en el segundo sínodo Diocesano, nombre que sin duda estuvo inspirado en honor a su fundador. 
Mons. Amador se afanó por poner a sus mejores sacerdotes al frente de la Institución, entre ellos estuvo como Rector, el Pbro. Dn. Guillermo López García, sacerdote que el mismo ordenó. 
En la primera semana de enero de 1903, encontramos a López García impartiendo las cátedras de 1°, 2° y 3° año de filosofía en el Seminario. Transcribo solo algunos de sus discípulos: José Cantú Corro, Rafael Gutiérrez Maza, Guadalupe Velazco Amador, Leonardo García, José Velazco Amador, Ismael Villalba, etc. 6 
Es así como queda fundado nuestro Seminario Diocesano, germen de grandes hombres como un Rafael Gutiérrez Maza, un Manuel Cubas Solano, José Cantú Corro… 
Desde sus orígenes, el seminario, para formar a sus sacerdotes de acuerdo a los tiempos ha estado en diversos lugares. Su primera casa: fue en los anexos de Catedral (curato parroquial) de 1872 a 1892; posteriormente en 1904 se ocupó la casa que fuera del Gral. Ignacio Vásquez ubicada frente al Templo Expiatorio del Carmen; el 19 de septiembre de 1910 se ocupará la prolongación del Obispado en Madero no. 8, mejor conocido como el “Seminario Amarillo”. Debido a que los seminaristas pintaron todo el edificio de color amarillo, Hoy Escuela Antonio de León.

Mons. Luis M. Altamirano – segundo obispo- quien sufriera el destierro; Estableció el día 19 de marzo para que fuera la celebración del día del Seminario; en 1930 dio normas para la realización de escrutinios; estableció también la congregación Mariana que se encargaría de honrar y venerar a la Virgen María en todos sus días festivos. Fue un gran orador reconocido a nivel nacional, que infundio un amor grande a la Sagrada Escritura.
En la persecución religiosa estuvo en Acatlán de 1924 al 1926. De 1927 al 1928 en Petlalcingo, Pue., posteriormente en la parroquia de Chila, durante los años de 1935–1936. Después se trasladaron a San Miguel Ixitlán 1936-1937, donde permaneció un año y medio. Fruto de este destierro fueron los siguientes sacerdotes: Adolfo Barragán R., Daniel Ramírez, León Flores, Rodrigo Montes, Celerino Acevedo, Eduardo Aguilar, Francisco Ortíz, Epifanio González y Artemio Legaria.

Mons. Jenaro Méndez del Río –Tercer obispo- quien brindara especial atención a las Escuelas Católicas para promover vocaciones, fue él mismo rector del Seminario; fundó la Escuela Apostólica en 1942, promovió el aspecto cultural de los seminaristas; sobre todo en el campo literario-musical. Fue muy recto en sus disposiciones y muy amante de la Virgen María y de la Eucaristía. El Arzobispo de México venia con frecuencia a visitarlo y a consultarle sobre su gobierno pastoral.
Al regreso del exilio, ocupó la actual casa del Señor obispo y en tiempos del Sr. Méndez del Río pasó a la casa de la familia López Alavés, conocida como “la barra de Tampico”. En 1940, el seminario mayor se estableció en el templo de San Miguel y así ocupó la casa de ejercicios en el centro de la ciudad, hoy “Morelos 39”.

Don Celestino Fernández y Fernández., -cuarto obispo- quien hizo que el Seminario participara en el Primer Congreso Nacional de Seminarios en 1958; se inició en este tiempo la participación en las grandes Solemnidades en la Catedral con el servicio del coro y en el servicio litúrgico. Le tocó en 1954 la celebración del Cincuentenario de la fundación del Seminario. En este año el Seminario forjó su ideal que se simbolizó en su escudo con, su lema: “Spe gaudentes satagite” “ESFORZAOS GOZANDO EN LA ESPERANZA”; En enero de 1954, se celebraron las Bodas de Oro de la Facultad de Teología donde se respira al Dios revelado, formando apóstoles para presentarlos en la arena del mundo. En 1955 reconstruyó el antiguo edificio del Seminario Mayor en Morelos 39, en torno a la capilla de San Miguel, se hizo un segundo piso con cuartos de los Sacerdotes, las celdas de los alumnos y arreglo de la biblioteca. Se iniciaron las vacaciones comunitarias que realizaron en diversas parroquias de la Diócesis; Tecomaxtlahuaca, Juxtlahuaca, y la comunidad de Suchitepec. que los entrevistaba a cada uno.

La renovación teológica del Vaticano II, se reafirmó con nuestro quinto Obispo Dn. José López Lara; tanto Obispo, presbiterio y equipo formador, fueron los motores para llevar a cabo esta renovación en nuestra Institución. Estos años fueron difíciles para todos los seminarios por el ambiente que se formó precisamente por esta renovación; hubo escasez de vocaciones y muchos alumnos dejaron el Seminario. Lo que ayudó mucho a la vida del seminario, fue precisamente el amor de su obispo, que se manifestó en su visita constante al seminario y promover a los alumnos en el deporte. Se construyó el Seminario Menor actual y se inició el Seminario Mayor. 
Se realizó un reglamento de acuerdo al proceso de actualización. Se acentuó el aspecto pastoral, se trabajo para que la formación no fuera solamente teórica sino también práctica. 
En las bodas de Diamante de la diócesis el P. Luis Martínez y su equipo presento una exposición cultural de la Diócesis, con arquitectura, escultura, música, pintura y artesanías. 
El señor obispo quiso hacer de su Diócesis una gran familia.
El edificio del Seminario Mayor ubicado en Morelos 39 fue destruido por el sismo del 24 de octubre de 1980, a las 8:55 am., obligando a los alumnos a trasladarse a las instalaciones del Seminario Menor, mientras se iniciaba la construcción de la nueva casa que actualmente tiene en Mina 79. El jueves 25 de marzo de 1982 el Excmo. Sr. D. José López Lara, Administrador Apostólico de nuestra Diócesis, bendijo y colocó solemnemente la PRIMERA PIEDRA del Nuevo Edificio del Seminario Mayor. (cfr. Revista Construyendo, año 1 n.3)

Mons. José de Jesús Aguilera, -sexto obispo- continuó y terminó las actuales instalaciones del Seminario Mayor. El 24 de marzo de 1983 Bendición del dormitorio de los alumnos. Primera unidad. El 12 de mayo de 1984, bendición del dormitorio de los 
padres. Segunda Unidad. El 11 de mayo de 1985, bendición de la capilla. Tercera Unidad. 7 de septiembre 1986. Bendición de Rectoría y Salón de Usos Múltiples. Cuarta Unidad. La capilla del Seminario Mayor fue un regalo de la Señorita Socorro Romero, y se realizó según los planos del Arquitecto… Quinta Unidad. 12 de mayo de 1987. Bendición de aulas. 29 de septiembre de 1988. Bendición de las canchas de Básquet-Ball. 7 de enero de 1989. Bendición del Comedor. Sexta Unidad. 1990 Construcción de talleres. Séptima Unidad. Mostró también gran amistad y confianza a su equipo formador. Se permitió y fomentó la participación de laicos en el cuerpo del profesorado; se preocupó por la preparación académica de los alumnos; tomó al Seminario como el corazón de la Diócesis y mandó a estudiar alumnos a diversas Universidades. Será en este período cuando se recibirán alumnos de otras diócesis para su formación sacerdotal; como serán de las Diócesis de Tuxtepec, Oax., de la Prelatura Mixe, Oax., y posteriormente de Tlapa, Gro. 
El Sr. Aguilera se interesó mucho por la vida espiritual de los sacerdotes desde su ordenación en Roma, y sufrió las consecuencias de esta oblación.

Con la llegada de Mons. Felipe Padilla Cardona, séptimo obispo, se promovió también el aspecto académico del Seminario enviando alumnos al extranjero. Promovió especialmente la formación del clero, insistió en la preparación consciente de las religiosas y los laicos, construyó la Casa de Pastoral “Señor de los Corazones” para la formación de todos. El mismo dio clases de Sagrada Escritura en el Seminario. Los nuevos edificios tanto del Seminario Mayor y Menor, con la ayuda del equipo formador, se acondicionaron en todos los aspectos; (luz, tubería de agua, libros para la biblioteca, etc.)

Con la llegada de Mons. Teodoro E. Pino Miranda, nuestro octavo Obispo, se ha puesto la mirada en un futuro lleno de entusiasmo pero también comprometido con la formación integral de los sacerdotes, sobre todo en el campo pastoral donde aterriza todo el trabajo de la formación mirando por la Nueva Evangelización. 
Para la conducción del Seminario, Mons. Teodoro ha mantenido frecuentes reuniones con el equipo formador, así también de las reuniones programadas con los profesores y los obispos de Tuxtepec, Mons. José de Jesús Castillo Rentería., y de la Prelatura Mixe, Mons. Luis Felipe Gallardo. 

Visita regularmente a los alumnos manteniendo así una especial convivencia con ellos; esto por medio de la Celebración Eucarística, en sus diversas festividades y convivencias deportivas, en tiempo de navidad y la festividad del Santo Cura de Ars, ha promovido la convivencia entre sacerdotes y seminaristas. Se preocupa porque el Seminario dialogue con diversas Instituciones. Se ha iniciado nuevamente una etapa de formación de los seminaristas en el extranjero.
Con el trabajo del Equipo Formador, se ha elaborado un nuevo Reglamento, que tiene como finalidad consolidar los aspectos formativos, con miras a la educación integral de los futuros presbíteros; se insiste en la corresponsabilidad y madurez de cada alumno, así como la suficiente preparación en todas las áreas de formación de modo particular en los medios de comunicación social. El equipo formador se enriquece en la participación de las actividades diocesanas. La práctica pastoral de los alumnos se prepara y se organiza conforme al trabajo de los decanatos. Los seminaristas participan en las Escuela de pastoral, en el propedéutico, en algunas parroquias antes de ser ordenados.

En cuanto a la formación académica, a lo largo de la vida del Seminario, han sido muchos los catedráticos que han ofrendado su vida a la formación de los futuros evangelizadores mixtecos, siendo uno de los primero, Fr. Antonio de Jesús Castillo, quien ocupó la cátedra de Teología Moral por mucho tiempo, el M.I. Sr. Cango. Manuel Cubas Solano, además, el Sr. Cango. D. Porfirio López Alavés, profesor de filosofía y literatura; el Sr. Cango. Dr. D. Senén Villagómez y el Dr. D. Gregorio Camarillo Flores, profesores de teología dogmática; M. I. Sr. Cango. Dn. Isaías Durán R., el Pbro. Celestino Osorio Z., el M. I. Sr. Cango. Dn. Ildefonso Ibáñez Z., el M. I. Sr. Cango. Dn. Francisco Rojas López; el Pbro. Miguel Ambrosio V., el M. I. Sr. Cango. Francisco Camarillo R., el Pbro. Dr. César Mora P., el M. I. Sr. Cango. Dn. Teófilo Domínguez Jordán, el M. I. Sr. Cango. D. Adolfo Barragán Ramírez, Pbro. José González Díaz, por mencionar algunos.

En cuanto al arte, el seminario se ha destacado en diversas obras, comedias, dramas, zarzuelas, sainetes y pastorelas. Ha sido el lugar, también, donde se han cultivado poetas y literatos como el P. José Cantú Corro, P. Miguel Reyes, P. Gerardo Mora Paz, Wenceslao M. Hernández Bragado, P. Eliseo López Soriano, P. Josafat Herrera Sánchez… 

En la música, llegado el tiempo oportuno, se promovió el orfeón, más tarde la estudiantina y grupos de música moderna. Se han realizado conferencias culturales, academias literarias, exposiciones culturales. Para difundir más la cultura, ha editado distintas revistas como: El Amador, Ráfaga, Proa, Signnum, Imagen. En el deporte se tiene gratos recuerdos de grandes equipos, como el “Santa Fe”, “Juventus”, “San Rafael”, etc. 

Durante cien años, ha sido una fértil fuente de santidad que ha formado jóvenes levitas como D. Rafael Gutiérrez Maza, Isaías Duran Rodríguez, Arnulfo de Jesús Barragán, Mario Alvarado Bravo y otros. Ha puesto su empeño, también, en la formación cívica y patriótica de los jóvenes. 
En la construcción del Seminario Mayor También se hizo un gran tanque para rescatar el agua de lluvia de los techos en el Seminario Mayor.

Información: Rvdo. Cango. Pbro. Luis Martínez.
En enero de 1942 se fundó la Escuela Apostólica de la Inmaculada Concepción por disposición del Sr. Jenaro Méndez del Río, siendo el primer encargado el Sr. Pbro. D. Adolfo Barragán Ramírez. Posteriormente se le llamó Seminario Menor el 31 de julio de 1942, y en 1954 pasará a ser Seminario Menor de la Inmaculada Concepción. 1975 los alumnos del mismo se instalaron en el lugar, donde actualmente se ubica. 
El Seminario Menor estuvo primero en Matamoros #6 en la casa que les regalo el Padre Daniel Ibáñez, “hoy Casa San José” de aquí se paso a donde se encuentra actualmente calle Mina #79 
Muchas generaciones han transcurrido y desfilado por sus instalaciones, de ellas podemos mencionar a grandes ex – alumnos como D. Félix Torreblanca Corro, Antonio Martínez Corro, Ivo Cervantes Feria, Luis Guevara Camacho, Jesús T. Cervantes, Abel Ríos… 
Los paseos y vacaciones de la vida de seminarista han llenado interminables páginas de anécdotas. En la institución también se ha fomentado el deporte, el montañismo, para conservar sana la mente y el corazón que paulatinamente se ofrecerán a Dios. 
Esta obra no podría cumplir sus objetivos, sin el apoyo generoso y desinteresado de los bienhechores, amigos del Seminario y fieles cristianos que, siempre nos han apoyado con sus oraciones y ayudas económicas. 
La idea de cambiar al Seminario Menor que estuvo antes en Matamoros 6 para que los seminaristas vivieran en un lugar más amplio, fue del Sr. Obispo Don José López Lara. 
Doña Trinidad ofreció un terreno a Mons. José López Lara para construir el Seminario Menor, por este terreno se le gratifico con una cantidad simbólica, ubicado en la Peñitas. 
Este lugar se cambio porque don Carlos Abascal y hermanos regalaron el lugar donde se encuentra actualmente y donde está también el Seminario Mayor que se paso para allá por la destrucción del edificio de Morelos 39 con el terremoto de 1980. La razón por la que don Carlos dono este lugar fue porque no había pagado su diezmo desde siempre. 
Lo que dio don Carlos fue la mitad del terreno actual, la otra mitad se la pidió el P. José Martínez quien después se encargo de la construcción. 
A los padres del seminario mayor les agrado más este lugar que el de la Peñitas por lo que aquí se inicio la construcción. 
El plano fue hecho por el personal del Río Balsas con intervención del ingeniero Roberto Bernal paisano del Sr. Obispo, el Ing. Héctor Hernández era el Vocal Ejecutivo y también con la intervención del ingeniero Francisco Gómez quien ayudó con piedra, arena y grava. 
El padre José compro un carro de volteo se unió a los camioneros para que lo dejaran trabajar.
Para el agua se tomó del Salto del Tigre que debía abastecer también al Centro Apostólico de Santo Domingo y que al pasar por el barrio del Mirador ellos solicitaron una llave y después a ellos se les quedo esta agua. 
Detrás de la capilla se escarbó un pozo profundo de 70 metros, vino la maquinaria de Tehuacán pero no se encontró agua. 
El segundo pozo se hizo en la Hacienda del Carmen, don Carlos regalo un solar para esto pero a los 100 metros no se encontró agua. 
El tercer pozo se hizo al lado del teatro al aire libre que tampoco sirvió. 
Después el P. José mando a escarbar otro cerca de la carretera y es aquí donde hasta la fecha se tiene agua aunque sea poca. 
El P. Florentino Medina y el P. Ángel Hernández escarbaron el pozo que esta del lado de la cocina pero después de un poco de tiempo ya no siguió por falta de dinero. 
El P. José le puso al volteo una pipa para agua y es la que todavía ayuda a acarrearla. 

CONSTRUCCIÓN DEL SEMINARIO MENOR EN MINA #79 
Lo primero que se hizo en la construcción en 1973 fueron los dormitorios, luego el comedor y la cocina, aquí se arreglo hasta con su capillita donde pudieran estar las religiosas para atención de la cocina. 
Estaba ya toda la obra negra cuando todos los esfuerzos que se habían hecho para reunir dinero se agotaron, entonces el P. José le pidió al Sr. Obispo que le hablara a Socorrito Romero para que se hiciera cargo de la obra. Así fue y la señorita acepto realizar los acabados de la obra e hizo además la capilla. Con las ideas que presento el P. Luis Martínez porque las de su arquitecto no llenaba la extensión. La obra se termino y bendijo por Mons. José López Lara el 26 de marzo de 1977. Acompañaron el acto el Dr. Y Mtro. D. Celestino Fernández y Fernández, y el Sr. Obpo. D. Rafael Ayala y Ayala. Obispos, Sacerdotes y Pueblo celebraron el Sacrificio divino en acción de gracias por el feliz término del Seminario Menor, que el Sr. José López Lara consagró a Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción y al Castísimo Patriarca Sr. San José. 

ECONOMIA 
Se empezaron a realizar las ferias anuales entonces se hizo una instalación especial para la luz, se compro un transformador de 10,000.00 pesos que ahora se paso a la calle. Se compraron 20 vacas para la leche, se puso una granja de engorda de pollos, se compraron 120 cajas de abejas que daban cada año 1000 litros de miel, todo esto para mantener el edificio, a los seminaristas y personal de trabajo. Entre otras cosas el padre gestiono y obtuvo una camioneta de Alemania para el servicio del seminario. 
Como nota adicional presentamos una lista de ecónomos porque siempre ha habido un ecónomo para los dos seminarios. 
Sr. Canónigo Virginio Leiva Chávez, P. Francisco Ortiz Silva, P. Luis Martínez Rivera, P. José Martínez Rivera, P. Alejandro Ibarra Trujillo, P. Alonso Rivera, P. Celestino Osorio Zarate. P. Juan Flavio Santiago Hernández, P. Andrés Rivera Burgos, P. Juan de Jesús Ortiz, P. Eulogio Ortiz Ortiz.

INSTITUTO CULTURAL HUAJUAPAN DE LEÓN 
Últimamente el Seminario Menor ha tenido una formación de 3 años de Humanidades que correspondía a los de la preparatoria y dada la circunstancia de los tiempos era necesario que se tuviera reconocimiento oficial de los estudios que se impartían es por eso que surge la idea de iniciar un proyecto para oficializar los estudios de la preparatoria dentro del Seminario Menor. 
En los años de 1995 el prefecto de estudios era el Pbro. Dr. César Mora Paz quien se puso como meta realizar la validez de los estudios del Seminario Menor y empezó a recopilar algunos elementos que ayudarían a realizar los primeros trámites, desgraciadamente no pudo completar todos y esta meta quedo obstruida. 
En el año 2001 el prefecto de estudios Pbro. Lic. Abel Soriano Herrera vuelve a ver la necesidad de hacer oficiales los estudios del Seminario Menor, en este periodo se realizo la experiencia de la preparatoria abierta, algunos alumnos asistieron al COBAO y posteriormente a la preparatoria Antonio de León la última generación que egreso de esa institución fue en el 2008. 
En el año 2004 el Pbro. Lic. Abel Soriano Herrera y el Pbro. Lic. Isaac Cruz Bautista nuevamente iniciaron a buscar elementos para oficializar los estudios. 
Dentro de los primeros pasos que se dieron fue ir a la Cd. de México a pedir instructivos a la SEP. Se vio conveniente hablar con el Sr. Obispo D. Teodoro Enrique Pino Miranda y el equipo formador del Seminario vigente y se tuvo como mejor opción realizar los trámites en el IEEPO en la Cd. de Oaxaca y no en la Cd. de México. 
Se realizo una Asociación Civil que era la que ayudaría en la representación del nuevo Bachillerato. 
Se integro por: el Sr. Obispo D. Teodoro Enrique Pino Miranda, la Dra. Adherid Braby Martínez, el Pbro. Lic. Isaac Cruz Bautista, el Pbro. Eloy Salazar Vergel, el Pbro. Lic. Noé Reyes Bravo, el Pbro. Santiago Sandoval Morales y el Pbro. Lic. Abel Soriano Herrera. 
Una vez constituida la asociación civil se realizaron 3 expedientes que se entregarían a las oficinas del IEEPO en la Cd. de Oaxaca. 
• El primero manejaba la cuestión jurídica. 
• El segundo la cuestión académica. 
• El tercero la cuestión de infraestructura. 

Después de haber entregado los tres expedientes al IEEPO se estuvo trabajando con la coordinación general de educación media superior y superior para realizar el reglamento, organigrama, la cuestión académica entre otras cosas más, fue un trabajo muy extenso. 
Para decidir el nombre de la nueva escuela el IEEPO sugirió que se presentaran tres nombres y de acuerdo a ellos se elegiría a uno y estos fueron: 
• José Vasconcelos. 
• 23 de julio. 
• Instituto Cultural Huajuapan de León. 

El acuerdo aparece con el nombre de Instituto Cultural Huajuapan de león, y se aporto este nombre con el fin de que en el instituto se fomente la cultura tanto de la región como del país. 
La publicación en el periódico oficial del estado fue el 5 de agosto de 2006 es cuando se reconoce oficialmente el bachillerato con el acuerdo 205050504 y la clave 20PBH0067N.

Información: Rvdo. Cango. Pbro. Luis Martínez.
El Seminario de San Rafael Arcángel Curso Introductorio, está dentro de la celebración del año jubilar de Monseñor Teodoro Enrique Pino. El Pbro. Mario Cabrera Cabrera ha sido invitado a ser como director, desde el 21 de agosto del 2013 hasta hoy. 
Por eso, constato con la historia, un hecho que habla de su pasado al presente y futuro, la razón de la existencia de esta obra divina que sea encomendado en las manos de los hombres y hoy se da razón de su origen. 
El seminario Introductorio data su existencia del curso electivo de 1987 – 1988 ad experimentum, estuvo a su cargo el Lic. Pbro. Bonifacio González Hernández (en ese tiempo Diácono), El Señor Obispo Jesús Aguilera Rodríguez y como rector del Seminario Mayor el Pbro. Héctor Ballestero Pimentel. Su ubicación de casa fue el Seminario mayor ahí vivían con 
los seminaristas del mayor. Solo se distinguía en el horario, que era propio en las celebración de su liturgia y clases. 
Dio inició con 8 alumnos y fue la generación de los Padres: Luis Gabriel Romero y René Balbuena. 
Lugares de estancia del Introductorio. 
Seminario Mayor, Calle Trujano, al frente del templo de San Antonio, Instalaciones del Seminario Menor (Interior de la antes cocina) y calle Jerónimo Treviño No. 6, Colonia de Santa Cruz ( por segunda vez, lugar ya propio). 
Ha tenido como directores: 
1.- Pbro. Lic. Bonifacio González Hernández… 1987-1993, 
2.- Pbro. Lic. Alejandro Ibarra Trujillo…………. 1995 
3.- Pbro. Lic. Juan Flavio Santiago Hernández... 2000-2004, 
4.- Pbro. Eulogio Ortiz Ortiz…………………… 2005- 2006, 
5.- Pbro. Lic. Gerardo Ramírez…………… 2007-2010, 
6.- Pbro. Sergio Bernal Juárez……………….. 2010-2011, 
7.- Pbro. Jorge Osio López…………………….. 2012- 2013, 
8.- Pbro. Mario Cabrera Cabrera…………… 2013- 2015. 
La Etapa de la Formación del Curso Introductorio: 
“Maestro, ¿Dónde vives? El respondió: “Vengan y lo verán”. (Jn. 1,38.39). 
La característica del Curso Introductorio se fija en la finalidad del Seminario Mayor que exige que los candidatos al Sacerdocio se adentren en él con una preparación previa, que dura un año. Los candidatos deben vivir el proceso, previo de acompañamiento, discernimiento, formación y selección vocacional (cf. OT. 14; EN 48; PDV 62). Se ve necesario que en esta etapa del introductorio se nivelen académica y culturalmente a los candidatos. 
Los Objetivos del Curso Introductorio: proporcionar a los aspirantes al sacerdocio ministerial, una intensa formación humana y espiritual centrada en el ministerio de Cristo y de la Iglesia, profundizar en el discernimiento vocacional en una vivencia comunitaria que integra a los candidatos provenientes de orígenes diversos para iniciarse en la experiencia pastoral y en el conocimiento de la Iglesia local, así como para adquieran una visión global de los objetivos y contenidos de la formación sacerdotal (cf. OT. 14; PDV 62). 
El Curso Introductorio, con el cual inicia el itinerario formativo del Seminario Mayor, recibirá aquellos jóvenes que hayan hecho una opción personal, aunque inicial, por Cristo en el sacerdocio ministerial, después de un oportuno acompañamiento y discernimiento vocacional. No se admita a jóvenes con inconsistencias psico-afectivas graves, trastornos severos de personalidad, bajo coeficiente intelectual, dificultades severas de lectura y/o escritura, o trastornos orgánicos que imposibiliten el ejercicio ministerial. 
2000 – 2001 hubo propedéutico. 2001 – 2002 No aparece, 2002 – 2003 P. Flavio, 2003 - 2004 hubo Prope. 2004-2005 Hubo Prope. 2005-2006 Hubo Prope. 2006-2007 Hubo Prope. 2007-2010 Gerardo Ramírez. 2010-2011 Sergio Bernal. 2011-2012 No aparece. 2013-2015. Mario Cabrera.

Información: Rvdo. Cango. Pbro. Luis Martínez.
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