COMISIÓN DIOCESANA PARA LA PASTORAL DE LAS COMUNICACIONES SOCIALES. (CODIPACS).
“Con la llegada de una nueva era, las comunicaciones conocen una expansión considerable que influye profundamente en las culturas de todo el mundo… No hay lugar en el que no se haga sentir el impacto de los medios de comunicación sobre las actitudes religiosas y morales, los sistemas políticos y sociales, la educación”. (Aetatis Novae, 1)
“El primer areópago del tiempo moderno es el mundo de la comunicación, que está unificando a la humanidad y transformándola ---como suele decirse--- en una <<aldea global>>. Los medios de comunicación social han alcanzado tal importancia que para muchos son el principal instrumento informativo y formativo, de orientación e inspiración para los comportamientos individuales, familiares y sociales” (RM, 37. AN, 1)
“El cambio que hoy se ha producido en las comunicaciones supone, más que una simple revolución técnica, la completa transformación de aquello a través de lo cual la humanidad capta el mundo que lo rodea y que la percepción verifica y expresa. El constante ofrecimiento de imágenes e ideas así como su rápida transmisión, realizada de un continente a otro, tienen consecuencias, positivas y negativas al mismo tiempo, sobre el desarrollo psicológico, moral y social de las personas, la estructura y el funcionamiento de las sociedades, el intercambio de una cultura con otra, la percepción y la transmisión de los valores, las ideas del mundo, las ideologías y las convicciones religiosas. La revolución de las comunicaciones afecta incluso a la percepción que se puede tener de la Iglesia y contribuye formar sus propias estructuras y funcionamiento.” (Aetatis Novae, 4)
“Los medios de comunicación tienen la capacidad de pesar no sólo sobre los modos de pensar, sino también sobre los contenidos del pensamiento. Para muchas personas la realidad corresponde a lo que los medios de comunicación definen como tal; lo que los medios de comunicación no reconocen explícitamente parece insignificante. El silencio puede, así, hallarse impuesto de hecho a los individuos o a los grupos ignorados por los medios de comunicación; la voz del Evangelio puede, también ella, encontrarse reducida al silencio sin ser apagada totalmente. Por ello es importante que los cristianos sean capaces de suministrar una información que <<cree las noticias>>, dando la palabra a los que están privados de ella.” (AN, 4).
Los alcances y repercusiones de estas realidades han calificado al tiempo histórico que vivimos como: <<la era de la informática>>, <<la sociedad de la información>>, <<la cultura de los medios de comunicación>>, <<la generación de los medios de comunicación>>; expresiones que subrayan que lo que saben y piensan los hombres y mujeres de nuestro tiempo está condicionado, en parte, por los medios de comunicación; la experiencia humana como tal ha llegado a ser una experiencia de los medios de comunicación. Y la utilización de estos nuevos medios ha dado origen a lo que se ha podido llamar <<nuevos lenguajes>> y ha suscitado posibilidades ulteriores para la misión de la Iglesia así como nuevos problemas pastorales. (Cfr. AN, 2.) En efecto, todo esto tiene importantes consecuencias pastorales, pues, se puede recurrir a los medios de comunicación tanto para proclamar el Evangelio como para alejarlo del corazón del hombre. El entramado cada vez más estrecho de los medios de comunicación con la vida cotidiana influye en la comprensión que pueda tenerse del sentido de la vida. (Cfr. AN, 4)
La Iglesia los acoge y fomenta como <<maravillosos inventos de la técnica>>, los cuales no sólo pueden llegar a cada uno de los hombres, sino a las multitudes y a toda la sociedad humana… Reconoce que estos instrumentos, rectamente utilizados, prestan ayuda valiosa al género humano… (Cfr. IM, 1. 2) Y “los ve como <<dones de Dios>>, ya que, según designio de la Divina Providencia, unen fraternalmente a los hombres para que colaboren así con su voluntad salvadora”. (CP, 2)
“La Iglesia católica… considera parte de su misión servirse de los instrumentos de comunicación social para predicar a los hombres el mensaje de salvación y enseñarles el recto uso de estos medios”. (IM,3) Y recomienda: “Procuren, de común acuerdo, todos los hijos de la Iglesia que los instrumentos de comunicación social se utilicen, sin la menor dilación y con el máximo empeño en las más variadas formas de apostolado, tal como lo exigen las realidades y las circunstancias de nuestro tiempo, adelantándose así a las malas iniciativas, especialmente en aquellas regiones en las que el progreso moral y religioso reclama una mayor atención”. (IM, 13)
“Además de los medios tradicionales en vigor, como el testimonio de vida, la catequesis, el contacto personal, la piedad popular, la liturgia y otras celebraciones similares, la utilización de los medios de comunicación se ha hecho esencial para la evangelización y la catequesis… Los medios de comunicación social pueden y deben ser los instrumentos al servicio del programa de reevangelización y de nueva evangelización de la Iglesia en el mundo contemporáneo”. (AN 11)
“En nuestro siglo tan influenciado por los medios de comunicación social, el primer anuncio, la catequesis o el ulterior ahondamiento de la fe, no pueden prescindir de esos medios”. Puestos al servicio del Evangelio, ellos ofrecen la posibilidad de extender casi sin límites el campo de audición de la Palabra de Dios, haciendo llegar la Buena Nueva a millones de personas. La Iglesia se sentiría culpable ante Dios si no empleara esos poderosos medios, que la inteligencia humana perfecciona cada vez más. Con ellos la Iglesia ‘proclama desde las azoteas’ (Cf. Mt 10,27; Lc12,3) el mensaje del que es depositaria. En ellos encuentra una versión moderna y eficaz del ‘púlpito’. Gracias a ellos puede hablar a las multitudes”. (EN45. Aparecida 485)
“Para la Iglesia, el nuevo mundo del espacio cibernético es una exhortación a la gran aventura de la utilización de su potencial para proclamar el mensaje evangélico…” La Internet puede ofrecer magníficas oportunidades de evangelización, si es usada con competencia y una clara conciencia de sus fortalezas y debilidades”. (Juan Pablo II, Mensaje para la 36ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, Internet: un nuevo foro para la proclamación del Evangelio, n.2, 12 de mayo de 2002. Aparecida 487 y 488)
Pablo VI, en el Mensaje para la Jornada de 1974, citando a Communio et Progressio No. 26 recordó: “No será obediente al mandato de Cristo quien no use convenientemente las posibilidades ofrecidas por estos instrumentos para extender mejor y al mayor número de hombres la difusión del Evangelio”.
Juan Pablo II, en el Mensaje de la 24ª. Jornada en mayo de 1990 afirmó que la Iglesia tiene que utilizar los nuevos recursos de la tecnología de computadoras y satélites para su tarea de evangelización, y tiene que poner su mensaje a disposición de las personas de cualquier edad, invitándolas a abrazar el Evangelio. En su Mensaje del año 2002 el mismo Papa hace un recuento de lo que ha significado para la Iglesia la tarea de anunciar el Evangelio de Jesucristo: “La historia de la Evangelización no es sólo una cuestión de expansión geográfica, ya que la Iglesia también ha tenido que cruzar muchos umbrales culturales, cada uno de los cuales exigieron nuevas energías e imaginación para proclamar el único Evangelio de Jesucristo. La era de los grandes descubrimientos, el Renacimiento y la invención de la imprenta, la Revolución Industrial y el nacimiento del mundo moderno, fueron también momentos críticos que exigieron nuevas formas de evangelización. Ahora con la revolución de las comunicaciones y la información en plena transformación, la Iglesia se encuentra indudablemente ante otro cambio decisivo. Internet es un nuevo foro, entendido en el antiguo sentido romano del lugar público donde se trataba de política, y negocios, se cumplían los deberes religiosos, se desarrollaba gran parte de la vida social de la ciudad y se manifestaba lo mejor y lo peor de la naturaleza humana. Era un lugar de la ciudad muy concurrido y animado, que no sólo reflejaba la cultura del ambiente, sino que también creaba una cultura propia. Esto mismo sucede con el ciberespacio que es una nueva frontera que se abre al inicio del tercer milenio”.
El poder que tienen los medios de comunicación de fortalecer o de destruir las referencias tradicionales en materia de religión, de cultura y de familia subraya bien la pertinente actualidad de las palabras del Concilio: <<para el recto empleo de estos medios es totalmente necesario que todos los que los usan conozcan y lleven a la práctica fielmente en este campo las normas del orden moral”. (AN 4. IM 4)
“En este contexto animamos a los pastores y al pueblo de Dios a que profundicen el sentido de todo lo que se refiere a las comunicaciones y a los medios de comunicación y a traducirlo en proyectos concretos y realizables. (AN 3)
“Recomendamos particularmente que las Diócesis y las Conferencias o Asambleas episcopales procuren que la problemática de los medios de comunicación social sea abordada en todos sus planes pastorales. Conviene que redacten planes pastorales dirigidos especialmente a los medios de comunicación social, o que examinen y actualicen los planes ya existentes, para que se mantenga un proceso permanente de revisión y puesta al día”. (AN 21)
El trabajo de los medios de comunicación católicos no es sólo una actividad suplementaria y añadida a las demás de la Iglesia: ciertamente las comunicaciones sociales tienen que jugar un papel en todos los aspectos de la misión de la Iglesia. por ello, no hay que contentarse con tener un plan pastoral de comunicaciones, sino que es preciso que las comunicaciones formen parte integrante de todo plan pastoral, ya que ellas tienen una contribución que dar a todo apostolado, ministerio o programa.” (AN 17)
La educación y la formación para las comunicaciones sociales deben formar parte de la formación de los agentes de pastoral y de los sacerdotes”. (AN 18)
El Presidente de la Comisión es el Pbro. Alejandro Rojas. Y siguiendo las indicaciones de la Comisión Episcopal para la Pastoral de la Comunicación, nuestra Comisión está constituida actualmente por 4 Dimensiones cada una de las cuales está bajo la coordinación de un miembro del Equipo:
1) OFICINA DE PRENSA. Responsable: Pbro. Alejandro Rojas.
2) COMUNICACIÓN IMPRESA. Responsable: Lic. Esther Rojas Rojas. Diseño: Lic. Ángeles Márquez Urbano. Colaboradores: Jonathan López Juárez y colaboradores que escriben y difunden.
3) RADIO. Responsables: Lic. Francisco Rojas Rojas y Srita. Azucena Trujillo Martínez.
4) CULTURA DIGITAL. Responsable: Lic. Ángeles Márquez Urbano. Colaboradores: P. Alejandro Rojas y P. Francisco de Jesús García Betanzos.
Se cuenta también con un Sacerdote promotor de la Pastoral de las Comunicaciones Sociales en algunos Decanatos y 2 Equipos: Uno en el Decanato 2 (Acatlán) y otro en el Decanato 6 (Juxtlahuaca).
OBJETIVO GENERAL DE LA COMISIÓN: “Sensibilizar a la Comunidad Diocesana sobre la naturaleza, el impacto y la utilidad de los Medios de Comunicación Social, a fin de que estos sean utilizados para bien de las personas y se pongan al servicio de la Evangelización”.
OFICINA DE PRENSA: “Lograr ser una Instancia Diocesana de Comunicación que reciba, produzca y difunda los mensajes sobre la información que la Iglesia va generando, tanto a nivel interno como a los Medios de Comunicación comerciales”.
PRENSA ESCRITA: “Trabajar en la presentación, los contenidos, la publicidad y la difusión del periódico, a fin de que éste tenga mayor penetración y aceptación en las comunidades y familias y favorezca la comunión de la Diócesis.”
RADIO: “Producir y difundir material audiovisual que favorezca la promoción de los valores y el trabajo pastoral de la Diócesis”.
CULTURA DIGITAL: “Ofrecer un servicio formativo e informativo actualizado, oportuno y preciso, para apoyar eficazmente el Proceso Diocesano de Pastoral”.
SERVICIOS QUE OFRECE Y ACTIVIDADES MÁS SIGNIFICATIVAS QUE ESTÁ REALIZANDO.
-Promover la Pastoral de las Comunicaciones Sociales en la Diócesis.
-Ser la Instancia Diocesana de información al interior de la Iglesia y para la sociedad en general.
-Favorecer la comunión en la Diócesis a través de la comunicación.
-Ofrecer espacios a las estructuras e instancias diocesanas para compartir información y orientación.
-Mantener buenas relaciones con los Medios de Comunicación comerciales y brindarles atención pastoral.
-Ofrecer formación para el recto uso de los Medios de Comunicación Social y las nuevas tecnologías.
-Impulsar el uso de los Medios de Comunicación Social y las nuevas tecnologías en la evangelización.
-Elaboración del periódico diocesano.
-Atención a los requerimientos de los Medios de Comunicación comerciales.
-Emisión de tres programas en las radiodifusoras comerciales: “El vino de la esperanza”, “dos minutos de reflexión” y “cápsulas para la vida”.
-Instalación, mantenimiento y actualización permanente de la Página Web de la Diócesis.
-Atención de las redes sociales de la Diócesis.
-Transmisión diaria de la Misa.
-Celebración de eventos específicos de la pastoral de la comunicación: Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, fiesta del Patrón de los periodistas, Aniversario del periódico y de la página diocesanos, etc.
-Vinculación y colaboración con la Provincia Eclesiástica y a nivel nacional en lo referente a la Pastoral de las Comunicaciones Sociales.
-Transmisión y grabación de eventos diocesanos.
-Diseño de material pastoral vario.
OFICINAS: Matamoros No. 6, Col. Centro. Zaragoza No. 29, Col. San Isidro Ote.
HORARIOS: Lunes a viernes de 10.00 a.m. a 6.00 p.m. (y el día y la hora que se necesite).
TELÉFONOS: 953 53 20725. 953 128 25 62. 953 150 70 49. 953 53 213 54.
CORREOS ELECTRÓNICOS: caminardiocesano_huaj@hotmail.com , buzonwebdiocesisdehuajuapan@gmail.com.